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Blancas: V. Anand (India, 2.792).
Negras: M.
Carlsen (Noruega, 2.863).
Defensa Gruenfeld (D97).
Campeonato del Mundo
(10ª partida). Sochi (Rusia), 21-11-2014.
El aspirante atacó por fin pero, ante la buena defensa del campeón, no fue
exacto al incrementar la presión: 1 d4 Cf6 2 c4 g6 3 Cc3 d5 4 Cf3 Ag7 5
Db3 (en la primera partida, Anand jugó 5 Ad2, y logró una posición
cómoda, pero Carlsen igualó)
5 ..dxc4 6 Dxc4 0–0 7 e4 Ca6 8 Ae2 c5 9 d5
e6 10 0–0 exd5 11 exd5 Te8 (Anand había jugado esto dos veces con
Kaspárov: 11 ..Af5 12 Td1 Db6 13 d6 –la otra partida siguió con 13 Dh4 Ac2 14
Td2 Af5 15 Td1 Ac2 16 Td2, tablas, Anand-Kaspárov, Francfort 1999-13 ..Tad8 14
Ca4 Dc6 15 Ae3 Ce4, con ventaja negra, Anand-Kaspárov, Francfort 1999)
12 Ag5 (veinte años atrás, Anand había jugado 12 Td1,
Anand-Schnitzspan, Francfort 1994) 12 ..h6 13 Ae3 Af5 14 Tad1
Ce4 (una decisión novedosa y difícil, porque había al menos cuatro
opciones lógicas; la referencia era importante, un analista de Anand contra un
excampeón del mundo: 14 ..Db6 15 b3?! -parece mejor 15 Td2-15 ..Tad8, con juego
igualado, Wojtaszek-Ponomáriov, Poikovski 2012)
15 Cxe4 Axe4!?
(de cara a resolver el problema del mal caballo en a6, parece mejor 15 ..Txe4,
pero no es fácil de calcular: 16 Dc1 Cb4 17 d6! -si 17 a3 Cc2!-17 ..b6 18 a3 Cc2
19 Ad3 Cxe3 20 fxe3 Te6 21 Axf5 gxf5 22 d7 De7 23 Td3 Td8, y parece que las
negras sólo están algo peor) 16 Dc1 (la línea más crítica era
16 d6 pero, incluso para un campeón del mundo, es muy difícil evaluar si el peón
pasado es una debilidad o una fortaleza a medida que avanza) 16
..Df6! (las máquinas tardan en recomendar esta jugada, pero Carlsen la
hizo de inmediato)
17 Axh6 Dxb2 (probablemente, a Carlsen no le
gustó que la iniciativa fuera blanca tras 17 ..Axd5 18 Axg7 Rxg7 19 Txd5 Txe2 20
Td7 Te7 21 Txe7 Dxe7 22 Te1) 18 Dxb2 Axb2 19 Cg5! (lo más
agudo; no da nada 19 Ab5 por 19 ..Ted8 20 d6 Axf3 21 gxf3 Ae5; el problema de 19
d6 es que permite Ac6) 19 ..Ad4! 20 Cxe4 (el plan negro
implicaba un sacrificio de calidad aquí: 20 Ab5 Axd5! 21 Axe8 Txe8, y parece que
hay compensación suficiente) 20 ..Txe4 21 Af3 Te7 22 d6 Td7 23 Af4
Cb4
24 Td2?! (ambos coincidieron después en
que lo mejor era 24 Tfe1!, con la idea 24 ..Cxa2?! 25 Te7 Txe7 26 dxe7 Te8 27
Te1 Cb4 28 Axb7 f6 29 Ad6 Rf7 30 h4!, con serios problemas para las negras por
el plan Af3–h5) 2
4 ..Te8 25 Tc1 Te6! (la idea es jugar Ae5 sin
que exista la clavada Te2; quizá para provocar apuros de tiempo mutuos en
posición complicada, Carlsen descarta cambiar un par de torres con 25 ..Ac3! 26
Te2 Txe2 27 Axe2 Ad4, aunque todo indica que las negras no estarían mal)
26 h4 Ae5! 27 Axe5 Txe5 (el principal problema de las negras es
que no pueden consolidar con b6 porque el caballo perdería la casilla c6)
28 Axb7?! (Anand, con unos 15 minutos en el reloj, liquida la
posición cuando aún podía presionar algo, y con poco riesgo, tras 28 Rf1)
28 ..Txb7 29 d7 Cc6 30 d8=D+ Cxd8 31 Txd8+ Rg7 32 Td2, tablas
Anand fortalece el muro
En los próximos días sabremos si Anand acertó al ser tan conservador en la 9ª partida del Mundial
En todo caso, su nueva idea defensiva es interesante
Blancas: M. Carlsen (Noruega, 2.863).
Negras: V.
Anand (India, 2.792).
AperturaEspañola, Variante Berlín (C67).
Campeonato del Mundo (9ª partida). Sochi (Rusia), 20-11-2014.
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Es obvio que Anand buscaba descaradamente las tablas en esta partida. Es muy
discutible si ésa es era su mejor estrategia posible, dada la situación
desfavorable en el marcador (5-4 para Carlsen tras este empate). Pero su
aportación al Muro de Berlín es de gran interés técnico: 1 e4
e5 2 Cf3 Cc6 3 Ab5 Cf6 4 0–0 Cxe4 5 d4 Cd6 6 Axc6 dxc6 7 dxe5 Cf5 8 Dxd8+ Rxd8 9
h3 Re8 10 Cc3 h5 11 Ce2 (Carlsen prefirió 11 Af4 en la séptima partida,
que fue la segunda más larga de la historia de los Mundiales y terminó en tablas
tras 122 movimientos; continuó con 11 ..Ae7 12 Tad1 Ae6 13 Cg5 Th6 14 g3 Axg5 15
Axg5 Tg6 16 h4 f6 17 exf6 gxf6 18 Af4 Cxh4 19 f3 Td8 20 Rf2 Txd1 21 Cxd1 Cf5 22
Th1 Axa2 23 Txh5 Ae6 24 g4 Cd6 25 Th7, y Anand introdujo aquí su novedad 25
..Cf7, que le llevó a un final algo inferior, pero defendible)
11
..b6 (Anand se desvía de 11 ..Ae7 12 Ag5 Ae6 13 Cf4 Ad5 14 Axe7 Rxe7 15
Cg5 Cd4 16 Tad1 Ce6 17 Cgxe6 Axe6 18 h4, 1–0 en la 49, Carlsen-Jakovenko,
Dortmund 2009)
12 Td1 Aa6 13 Cf4 (diagrama) 13
..Ab7! (novedad excelente; una vez que el caballo está en f4, las
blancas deben jugar e6 porque es difícil encontrar otro plan activo; y Ab7, para
seguir con c5 en el momento oportuno, es la mejor profilaxis contra la ruptura
en e6; la referencia era 13 ..Td8 14 Ad2 Cd4 15 Cxd4 Txd4 16 a4 Ac8 17 a5, con
ventaja blanca, Leinier Domínguez-Ponomáriov, León 2012)
14 e6 Ad6 15
exf7+ Rxf7 16 Cg5+ Rf6 17 Ce4+ Rf7 18 Cg5+ (tras 18 Cxd6+ cxd6 , Anand
no tendría nada que temer) 18 ..Rf6 19 Ce4+ Rf7 20 Cg5+, tablas
ANAND BORDEA EL ABISMO
El arte hindú representa a Agni, el dios del fuego, con dos rostros, el
beneficioso y el destructivo. Viswanathan Anand jugó con el fuego al provocar un
empate rápido (sólo 20 movimientos en 62 minutos) en la 9ª partida con Magnus
Carlsen a pesar de que éste domina ahora por 5-4 a falta de tres el duelo que
ambos disputan en Sochi (Rusia). Se espera que Anand arriesgue este viernes en
la 10ª, con las piezas blancas.
El hinduismo que profesa –pertenece a la casta brahmán, la más alta- quizá influya en que el aspirante no corra ningún riesgo ni busque posiciones dinámicas, donde es más probable que el campeón pueda equivocarse, para igualar el marcador lo antes posible. Arriesgar es lo que haría el 90% de los grandes maestros de élite, pero no Anand: “Estoy contento con este empate, que además ha sido rápido, lo que me da más tiempo para descansar y preparar la siguiente partida”. ¿Se siente mejor que hace cinco días, cuando perdió la sexta? “Sí, mucho mejor”. ¿Y mejor que hace un año en Chennai, cuando perdió el título ante Carlsen? “Lo que ocurrió en Chennai no está en mi mente ahora. Mi foco se concentra en la próxima partida. Todo lo demás no importa”.
Aunque no lo dice, es probable que Anand, de 44 años, se vea con ventaja en cuanto a la capacidad de controlar los nervios bajo tensión extrema. No en vano ha sido cinco veces campeón del mundo en tres formatos distintos (eliminatorias largas y cortas, y torneo por sistema de liga) y ha sentido las mariposas revoloteando en el estómago muchas más veces que Carlsen. Éste también parece asumirlo: “Los nervios están siempre ahí, son un factor a tener en cuenta. Y ahora mucho más que hace un año, cuando yo ganaba por tres puntos tras nueve partidas”.
El campeón admitió que su rendimiento es “inconsistente, tanto en la preparación como en el juego”. Y explicó así el sorprendente desenlace del 9º asalto: “Yo quería jugar a ganar hoy, o al menos presionar mucho con la iniciativa de las blancas, pero Anand ha demostrado que estaba mejor preparado que yo en esa variante. Por tanto, lo sensato era provocar las tablas. Desde otro punto de vista, este es un buen resultado cuando llevas ventaja en el marcador, porque ahora estoy medio punto más cerca de mi objetivo”.
El indio planteó de nuevo el archianalizado Muro de Berlín, una estructura pétrea que se hizo famosa en 2000, cuando Vladímir Krámnik logró secar con ella la creatividad de Kaspárov y le destronó en el Mundial de Londres. Desde entonces se han escrito toneladas de análisis con ayuda de computadoras de gran potencia, pero todavía nadie ha logrado romper ese muro de manera convincente. Fue Carlsen quien, en previsión de que Anand pudiera venir armado hasta los dientes con más preparaciones de laboratorio, se desvió muy pronto de lo que ocurrió en la 7ª partida, la 2ª más larga de la historia de los Mundiales, que terminó en tablas. Pero Anand lo tenía todo previsto, e innovó con una excelente idea defensiva que dejó al noruego ante una difícil elección: firmar un empate rapidísimo o llevar la lucha a una posición donde su rival estaría muy bien. Y optó por el pragmatismo.
Cabe suponer que el equipo de analistas de Anand lleva días preparando algo especial para la 10ª partida con blancas, porque si no la gana estaría obligado a lograr al menos punto y medio en las dos últimas. Ya no es cuestión de hinduismo, sino de pura aritmética
El hinduismo que profesa –pertenece a la casta brahmán, la más alta- quizá influya en que el aspirante no corra ningún riesgo ni busque posiciones dinámicas, donde es más probable que el campeón pueda equivocarse, para igualar el marcador lo antes posible. Arriesgar es lo que haría el 90% de los grandes maestros de élite, pero no Anand: “Estoy contento con este empate, que además ha sido rápido, lo que me da más tiempo para descansar y preparar la siguiente partida”. ¿Se siente mejor que hace cinco días, cuando perdió la sexta? “Sí, mucho mejor”. ¿Y mejor que hace un año en Chennai, cuando perdió el título ante Carlsen? “Lo que ocurrió en Chennai no está en mi mente ahora. Mi foco se concentra en la próxima partida. Todo lo demás no importa”.
Aunque no lo dice, es probable que Anand, de 44 años, se vea con ventaja en cuanto a la capacidad de controlar los nervios bajo tensión extrema. No en vano ha sido cinco veces campeón del mundo en tres formatos distintos (eliminatorias largas y cortas, y torneo por sistema de liga) y ha sentido las mariposas revoloteando en el estómago muchas más veces que Carlsen. Éste también parece asumirlo: “Los nervios están siempre ahí, son un factor a tener en cuenta. Y ahora mucho más que hace un año, cuando yo ganaba por tres puntos tras nueve partidas”.
El campeón admitió que su rendimiento es “inconsistente, tanto en la preparación como en el juego”. Y explicó así el sorprendente desenlace del 9º asalto: “Yo quería jugar a ganar hoy, o al menos presionar mucho con la iniciativa de las blancas, pero Anand ha demostrado que estaba mejor preparado que yo en esa variante. Por tanto, lo sensato era provocar las tablas. Desde otro punto de vista, este es un buen resultado cuando llevas ventaja en el marcador, porque ahora estoy medio punto más cerca de mi objetivo”.
El indio planteó de nuevo el archianalizado Muro de Berlín, una estructura pétrea que se hizo famosa en 2000, cuando Vladímir Krámnik logró secar con ella la creatividad de Kaspárov y le destronó en el Mundial de Londres. Desde entonces se han escrito toneladas de análisis con ayuda de computadoras de gran potencia, pero todavía nadie ha logrado romper ese muro de manera convincente. Fue Carlsen quien, en previsión de que Anand pudiera venir armado hasta los dientes con más preparaciones de laboratorio, se desvió muy pronto de lo que ocurrió en la 7ª partida, la 2ª más larga de la historia de los Mundiales, que terminó en tablas. Pero Anand lo tenía todo previsto, e innovó con una excelente idea defensiva que dejó al noruego ante una difícil elección: firmar un empate rapidísimo o llevar la lucha a una posición donde su rival estaría muy bien. Y optó por el pragmatismo.
Cabe suponer que el equipo de analistas de Anand lleva días preparando algo especial para la 10ª partida con blancas, porque si no la gana estaría obligado a lograr al menos punto y medio en las dos últimas. Ya no es cuestión de hinduismo, sino de pura aritmética
ANAND EMPATA COMO UNA MÁQUINA
Un empate científico, preparado en casa, con ayuda de computadoras muy potentes. Es lo que logró Viswanathan Anand con las piezas negras, tras más de seis horas y 122 jugadas, en la 7ª partida del Mundial que disputa en Sochi (Rusia) con Magnus Carlsen; este domina por 4-3 a falta de cinco. El indio, que necesita tiempo para recuperarse de la dolorosa derrota del sábado, tendrá este martes la ventaja de las blancas en la 8ª.
La marca de la partida más larga en un Campeonato del Mundo quedó muy cerca: Kárpov-Korchnói, tablas en 124 movimientos. Carlsen rozó incluso la conducta antideportiva al no ofrecer el empate en un final de tablas teóricas, aunque en su descargo conviene recordar que Gari Kaspárov le ganó una posición similar a Judit Polgar en el torneo de Dos Hermanas 1996. Además, cansar al rival es siempre un objetivo legítimo en un duelo: “Mientras haya una posibilidad, por pequeña que sea, hay que seguir luchando; es uno de mis principios”, explicó después el campeón.
El aspirante a ser campeón por sexta vez no se equivocó
esta vez
El español Amador Cuesta es uno de los mayores expertos del mundo en ajedrez cibernético, y trabaja como asesor de grandes estrellas, cuyo nombre debe mantener en secreto. Su opinión sobre lo ocurrido en esta 7ª partida deja pocas dudas: “Si tenemos en cuenta que las 25 primeras jugadas ya se habían hecho en la partida Giri-Radyábov del reciente torneo de Tashkent; que tanto Carlsen como Anand conocían ese antecedente; y que la decisión clave de Anand llegó en la 31, cabe concluir que traía todo preparado de casa. Si no esa posición exacta, al menos una similar. De hecho, lo que puedo decir sin desvelar ningún secreto profesional es que tengo análisis de posiciones similares a esa, realizados con varias computadoras de alta gama, hasta la jugada 60”. Preguntado al respecto en la rueda de prensa, Anand confirmó las sospechas: “Nunca había analizado esa posición exacta antes, pero sí otras más o menos parecidas”. En cuanto a la fatiga, también fue directo: “Si te defiendes durante seis horas y pierdes, duele mucho; pero yo he logrado el empate, y no siento especial cansancio”.
La Revolución Carlsen consiste, sobre todo, en utilizar las supercomputadoras para inutilizar la preparación que los rivales han elaborado con otros monstruos de silicio. En casi todas sus partidas, el noruego se desvía muy pronto de los caminos más conocidos, de las preparaciones caseras hasta la jugada 20, o 25 o incluso más allá. Es decir, evita la faceta más científica del ajedrez para llevar el terreno a la deportiva (tomar decisiones bajo la presión del reloj, los nervios y el cansancio) y la artística (pensar y crear con la propia cabeza, sin que sirva de nada lo aprendido de memoria en casa con la ayuda de ordenadores). Ese enfoque, unido a la genialidad del escandinavo y su gran resistencia física, incomoda mucho a sus rivales, obligados a gastar tiempo y energía desde los primeros movimientos.
Sin embargo, Carlsen hizo una excepción en este 7º asalto, y aceptó un duelo científico: a ver quién tiene la memoria más larga. Y ése es sin duda Anand, uno de los campeones con preparación más enciclopédica de la historia. ¿Por qué aceptó entonces el noruego ese reto desigual? Porque Anand, en porfía de un empate balsámico que alivie su dolor tras el desastre del sábado (cuando omitió una jugada ganadora tras un grave error de su rival, y terminó perdiendo), eligió una variante de la Defensa Berlinesa (también llamada Muro de Berlín) donde el jugador de las blancas no puede perder salvo que se vuelva loco; sólo el empate o la victoria de Carlsen eran resultados lógicos. Él lo explicó así: “Vi que podía apretar durante mucho tiempo en una posición ventajosa. Es un buen motivo para jugar de manera distinta a la mía habitual”.
De ese modo, el noruego sometió al aspirante a una larga presión de seis horas y 20 minutos sin riesgo. Si Anand se equivocaba, el Mundial quedaría prácticamente visto para sentencia; si no, el desgaste físico de esas seis horas y media puede pasar factura en las próximas partidas; conviene no olvidar que Anand es 21 años mayor que Carlsen, aunque también es verdad que cuida mucho su preparación física.
El aspirante a ser campeón por sexta vez no se equivocó esta vez. La pregunta clave ahora es si será capaz de quitar del primer plano de su cerebro esa posición maldita de la 6ª partida donde, si hubiera visto el golpe ganador, podría haber cambiado la historia de los Campeonatos del Mundo. Si Anand vuelve a jugar como sabe (conducirá las blancas en tres de las cinco partidas que faltan), su situación no es tan mala como indica el marcador porque en caso de empate final (6-6), el título se decidiría en la modalidad de ajedrez rápido. Y ahí, aunque esté cansado, el Rápido de Madrás no tiene nada que envidiar al Mozart del ajedrez.
fuente. el país.com
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